Se trata de las maniobras Brisa Marina que comienzan oficialmente el lunes 31 de agosto, que ya no serán tan masivas, (participarán unos 2.500 efectivos, de ellos 1.000 estadounidenses y igual número de marineros ucranianos), pero sí se situarán entre las más abarcadores.
Se sabe que en los ejercicios tomará parte el destructor Donald Cook, capaz de interceptar cualquier misil balístico y de llevar misiles de crucero Tomahawk, los cuales a veces están equipados con una ojiva nuclear.
A Donald Cook lo acompañarán varios aviones Lockheed P-3 Orion-C, diseñados específicamente para operaciones de inteligencia, que también pueden transportar bombas con ojivas nucleares.
En ambos casos se trata de equipos suficientemente amenazadores para una región que ya se ha percatado de más de un intento de bloqueo de su territorio, que desgraciadamente no colinda con Rusia, efectuado por parte de Ucrania.
Moldavia perdió el control sobre los territorios al este del Dniéster en 1992, tras un intento frustrado de resolver el problema por la fuerza.
Actualmente Transnistria representa un territorio fuera del control de Chisinau, con todos los atributos de un Estado, incluida una moneda propia. El idioma oficial de la república, donde viven unos 200.000 ciudadanos de Rusia, es el ruso.
En 2006 Transnistria celebró un referéndum en el que el 97,2 por ciento de los votantes se pronunciaron a favor de la unión con Rusia.