"El llamado partido de la guerra continúa mandando en el baile, están dispuestos a todo con tal de mantenerse en el poder, y en concreto, a costa de prolongar la guerra civil", expresó Narishkin.
Este viernes la Cámara baja del Parlamento ruso lleva a cabo una reunión del grupo de trabajo con el presidente de la Duma de Estado sobre el análisis legal de los procedimientos legislativos y las actas legales aprobadas en Ucrania.
Narishkin también denunció que la negativa de Kiev a dialogar con las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk viola los acuerdos de Minsk.
Narishkin ha recordado que la RPD y la RPL fijaron para fechas distintas las elecciones de las autoridades locales que deben celebrarse en otoño próximo, señalando que "eso no tiene nada de extraño cuando cerca de sus fronteras se concentran tropas ucranianas y los dirigentes de Kiev evitan el contacto directo con los representantes de la RPD y la RPL".
El jefe de la RPD, Alexandr Zajárchenko, informó anteriormente que los comicios en la república se celebrarán el 18 de octubre.
El líder de la RPL, Ígor Plotnitski, los fijó para el 1 de noviembre, explicando que Ucrania ha aprobado la ley "De las elecciones locales" sin coordinarla con la RPD y la RPL, además afirmó que el contenido de este documento "contradice el espíritu y la letra de los acuerdos de Minsk".
"Los últimos acontecimientos confirman que la estabilización en Ucrania y Donbás está muy lejos todavía", dijo Narishkin recordando que "los observadores de la OSCE registran regularmente la violación del cese el fuego, mientras expertos alertan sobre el peligro de una nueva confrontación militar a gran escala".
Ucrania lanzó una operación militar en abril de 2014 en las provincias de Donetsk y Lugansk para reprimir las protestas por el cambio de poder violento en el país en febrero de ese mismo año.
Tras varios meses de hostilidades, en Donbás se adoptó un alto el fuego que el Grupo de Contacto, conformado por Rusia, Ucrania y la OSCE, aprobó el 12 de febrero pasado en Minsk.
Sin embargo, ambos bandos del conflicto denuncian a diario violaciones de la tregua.
