La telenovela «Las mil y una noches», con el drama de Sherezade y Onur, que se estrenó hace diez años en Turquía y se ha emitido en más de 25 países, abrió esta tendencia. En 2014, la serie fue doblada al español en Chile, donde fue emitida por el canal Mega, y luego empezó a transmitirse en otros países. Tras el éxito de Onur y Sherezade, llegaron otros títulos como Ezel, Fatmagul y Rosa Negra.
En Chile ya se estrenó El Sultán, protagonizada por Halit Ergenc, el actor de Onur, que relata la vida de Suleimán el magnífico, cuyos episodios tienen un costo de medio millón de dólares. La telenovela se transmitió en Rusia, donde Ergenc tiene miles de admiradoras.
Los actores ya se han hecho celebridades en América Latina. En Argentina, el éxito de Las Mil y Una Noches ha sido tal, que el popular programa televisivo de Showmatch contrató al actor Ergun Demir, (Alí Kemal en la telenovela), para su programa Bailando por un Sueño. Las revistas del corazón siguen a Berguzar Korel, la actriz de Sherezade, pareja en la vida real de Ergenc, con quien se conoció durante la filmación.
Las imágenes de mezquitas y del canal del Bósforo, acompañan en la cena a millones de hogares en Lima, Buenos Aires, Montevideo o Santiago, en medio de situaciones de violencia contra las mujeres y patrones de hombres “machos”, familias tradicionales, celos, venganza y violencia.
En Las Mil y Una Noches, Onur, un exitoso empresario, le propone a Sherezade pasar una noche juntos a cambio del dinero que ella necesita para el tratamiento de su hijo con leucemia, pero se enamoran y se casan, aunque el recuerdo de esa noche no se puede borrar de sus vidas. En Ezel, una versión moderna del Conde de Montecristo, Omer se enamora de Eysan, la cual, a instancias de su padre, un estafador, es obligada a tenderle una trampa que lo lleva a la carcel, para reaparecer años después, cuando todos lo creen muerto, convertido en Ezel para vengarse. Fatmagul, una campesina, es violada y obligada a casarse con uno de sus agresores.
Las Mil y Una Noches causó el rechazo de la comunidad armenia en Argentina, que juntó firmas para sacar la serie del aire, cuestionando la exhibición de "una Turquía de fantasía que evita mostrar a un Estado y gobierno represor”, según un comunicado.
La periodista Ana Pais señaló en una entrevista para el diario El Observador de Montevideo, que “son telenovelas con una gran inversión en la producción, pero con historias muy tradicionales: el bueno es muy bueno y el malo es muy malo. Las telenovelas latinas ya superaron esto, tienen personajes más complejos, con luces y sombras. Son historias como mínimo polémicas para Occidente”.
