Estas declaraciones se realizan precisamente en la semana en que el sindicato de policía de la ciudad tomaba la decisión de fotografiar a los mendigos de la ciudad en un intento de avergonzar a la administración del alcalde Bill De Blasio, con el que la policía mantiene un duro enfrentamiento.
El principal problema al que se enfrentan los ciudadanos son "los altos precios de la renta, del alquiler, mientras que en un tercio de las familias sin hogar, pues no olvidemos de que un alto porcentaje de la gente en la calle son familias con niños, hay una persona que trabaja, pero no gana lo suficiente como para rentar un apartamento".
Dicho de otra forma, en el momento de mayor bonanza económica que ha conocido Nueva York en medio siglo, la clase trabajadora, especialmente aquellos con los empleos menos cualificados, es incapaz de costearse una vivienda y corre serio peligro de exclusión social.
Existen subsidios públicos, que funcionan para una parte de la población, pero que "no resuelven los problemas de otras personas", remacha Sandoval, cuya organización, la Coalition for the Homeless, trabaja desde hace 30 años en Nueva York para ayudar a los sintecho y mantiene abiertos hasta 11 programas distintos de servicios directos.
Respecto a la polémica campaña del citado sindicato policial, Sergeants Benevolent Association, promovida por su presidente, Ed Mullins, dice que "es errónea", y en el fondo, al equiparar mendicidad con delincuencia, entronca con lo que muchos dicen de los tiempos del alcalde Rudolph Giuliani, cuando se adoptaron políticas policiales de tolerancia cero.
Mientras que "en realidad la cuestión de la gente sin hogar tiene mucho más que ver con la pobreza y la desigualdad social, y con la falta de viviendas subvencionadas, que con el trabajo policial".
Precisamente la solución radicaría en el programa auspiciado por el estado y la ciudad de Nueva York, que durante años ha permitido construir miles de viviendas sociales, pero "expira en 2015, y las cosas empeorarán bastante si no se renueva".
Sandoval reitera que "es necesario construir hasta 35.000 nuevas unidades de protección oficial", algo en consonancia con el programa con el que De Blassio conquistó la alcaldía, "aún queda mucho por hacer y no solo la construcción de estas casas sino también mejorar el trabajo que se realiza con las personas que reciben las ayudas, brindarles asistencia, etc".
