La nueva versión del Programa Espacial Federal para el período de 2016 a 2025 reconoce explícitamente que el objetivo es "proporcionar datos de observación hidrometeorológica que respondan a las necesidades mínimas" del sector.
En la práctica ello significa que el primero de los satélites de nueva generación de Meteor-MP, necesarios para analizar y pronosticar el tiempo a escala regional y global, será lanzado en 2023, y el segundo en 2025.
El subdirector de la agencia espacial rusa, Mijaíl Jailov, dijo anteriormente que el primer Meteor-MP se pondría en órbita en 2016.
Como resultado, Rusia contará con cinco satélites en órbita heliosíncrona dentro de diez años, en lugar de los nueve programados inicialmente.
"El retraso en el reequipamiento del grupo orbital con aparatos espaciales de nueva generación no permitirá hasta 2025 mejorar la precisión de las previsiones de tiempo a mediano plazo", advierten los autores del Programa Espacial Federal 2016-2025 en una presentación que se adjunta al anteproyecto, ya remitido al examen de los departamentos implicados.
Los recortes también retrasan la renovación de otros satélites meteorológicos, como la gama Elektro en órbita geoestacionaria o Arktika, que sirve para monitorear la superficie terrestre y la situación medioambiental en las zonas polares.
Portavoces de Roshidromet, el servicio federal ruso de meteorología y monitoreo medioambiental, rehusaron comentar a Izvestia los planes de Roscosmos.