Hasta ahora Calheiros siempre había mantenido cierta distancia sobre el tema, pero con estas declaraciones contrarias al impeachment se aleja del otro representante del Congreso Nacional, Eduardo Cunha (también del PMDB), que tras romper abruptamente con el Gobierno varios días atrás ha dejado entrever que dará facilidades a los que quieran impulsar un impeachment a Rousseff.
La Cámara de los Diputados aprobó la semana pasada cuentas de los tres últimos gobiernos brasileños –los de Itamar Franco, Fernando Henrique Cardoso y Luiz Inácio Lula da Silva— dejando la puerta abierta a valorar más adelante las cuentas del primer gobierno de Rousseff (2010-2014).
Los partidarios del impeachment esperan que el TCU reconfirme que Rousseff maniobró fuera de la legalidad para cerrar los presupuestos del año pasado, porque ese sería un argumento de peso para apartarla de su cargo, ya que el otro –su implicación personal en la trama de Petrobras— no ha podido probarse por el momento.