Bosch hizo la petición a través de la Comisión de Derechos Sociales, Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Barcelona con el objetivo de conseguir "una ciudad libre de nomenclatura borbónica".
El partido nacionalista, que apuesta por una Cataluña independiente, alega que esta dinastía "no ha destacado por la defensa de las libertades ni de la democracia" y sigue apelando a los "privilegios sanguíneos de la estirpe".
"Los comportamientos vergonzantes de muchos de los miembros de la familia de los Borbones no han de ser conmemorados en la ciudad de Barcelona", asegura el líder de ERC.
Como solución a esta situación piden buscar una nueva nomenclatura para las plazas y calles que "rinden homenaje" a esta casa real.
Gerardo Pisarello, número dos de la alcaldesa Ada Colau, dijo a los periodistas que el monarca emérito ya no es "jefe de Estado", ya que actualmente es su hijo Felipe VI. Sin embargo, el busto no fue sustituido por el del rey actual, algo que cabreó a los conservadores.
Esta decisión del ayuntamiento tuvo el apoyo de los republicanos de ERC, que fueron los primeros en dar su visto bueno a la decisión de la alcaldesa Colau.