Las potencias "se arreglan primero y se definen cuáles son sus coincidencias para después ir imponiéndose al resto de los actores cuando no tienen la fuerza suficiente", dijo este martes en conversación con Sputnik Nóvosti.
Para el excanciller "esto siempre ha sido así" y lo que los gobiernos latinoamericanos deben buscar es "precaver algunas situaciones" ante las condiciones dadas.
"Sabemos que estamos en el hemisferio equivocado, no somos ni los que tomamos las decisiones, ni los que fijamos los precios internacionales", explicó.
Abreu analizó que Estados Unidos, Europa o China tratan de administrar sus crisis o sus crecimientos, mientras los latinoamericanos en cambio ya no son "un punto de referencia en la globalización".
Según el exministro, América Latina debe enfocar sus políticas en "ser eficientes, abrir los mercados, competir, tener un gobierno transparente y combatir la corrupción", enfatizó.
La cuestión de las negociaciones comerciales con grandes potencias está muy presente en Uruguay a raíz de un demorado acuerdo de libre comercio que este país, junto con el resto de los miembros del Mercosur, discute infructuosamente con la UE desde hace más de 15 años.
Además, la decisión del Gobierno de José Mujica (2010-2015) de ingresar a las negociaciones del Acuerdo sobre Comercio de Servicios (TiSA, siglas inglesas de Trade in Services Agreement) abrió un debate dentro del gobernante Frente Amplio, al que también se han sumado los sindicatos y la oposición.
Tema: Tratado TiSA
Los críticos de la participación de Uruguay en el TiSA dudan de que este pequeño país pueda preservar su soberanía económica y política en un esquema concebido para liberalizar sectores estratégicos como servicios financieros, telecomunicaciones, comercio electrónico, transporte aéreo y marítimo, energía y compras del sector público.
De las negociaciones, que se llevan a cabo en total secreto, toman parte Australia, Canadá, Chile, Colombia, Corea, Costa Rica, EEUU, Hong Kong, Islandia, Israel, Japón, Liechtenstein, Mauricio, México, Noruega, Nueva Zelanda, Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, Suiza, Taiwán, Turquía, la UE y Uruguay.
Abreu fue ministro de Relaciones Exteriores entre 1993 y 1995, durante la Presidencia de Luis Alberto Lacalle, y ministro de Industria, Energía y Minería desde 2000 a 2002, en el Gobierno de Jorge Batlle.
El exministro es abogado, realizó cursos de posgrado en Estados Unidos y La Haya, y pertenece al opositor Partido Nacional, por el que fue senador en los dos últimos períodos legislativos (2005-2015).