Tema: Caso Petrobras
En una entrevista con la revista alemana Capital el exmandatario, uno de los principales líderes del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), ha dicho que considera a Rousseff una persona honrada y que no tiene "ninguna consideración por odio en la política", en alusión a la animadversión que la presidenta y su partido están provocando últimamente en buena parte de la esfera política.
"Todo empezó en 2004, con el escándalo del Mensalão", dice, y aunque subraya no estar seguro de la implicación directa de Lula asegura que era imposible que él no supiera toda la trama de compra de votos que se estaba forjando a su alrededor.
Pero el expresidente, que gobernó Brasil entre 1995 y 2003, y fue antecesor de Lula, considera que poner a Lula en la cárcel sería "ir demasiado lejos" porque a pesar de que quizá fuera ventajoso para su partido eso dividiría al país, ya que es un líder popular y un "símbolo", por lo que no haría ningún bien al futuro de Brasil.
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Cardoso reconoce el carisma de Lula y a lo largo de la entrevista no escatima elogios: "Realmente tiene muchos méritos y una historia personal emocionante. Un trabajador humilde que consiguió ser presidente de la séptima mayor economía del mundo", dice.
Cardoso, una de las voces más moderadas dentro de su partido, lamenta la crisis económica y política por la que pasa Brasil, pero aún así destaca el aspecto positivo de que los ciudadanos sean testimonios de que instituciones como el Ministerio Público y la Policía Federal funcionan, en alusión a su determinación a la hora de perseguir la corrupción en la Operación Lava Jato.