Se trata de la primera peor sentencia impuesta en México; se basó en pruebas criminalísticas científicas por la muerte de once mujeres a manos de los cinco condenados.
"Bajo engaños reclutaban a las jóvenes para prostituirlas y usarlas como distribuidoras de droga", indica un comunicado de la Fiscalía.
Los condenados por los once asesinatos deberán pagar unos 500.000 dólares para la reparación de daños a los familiares de las víctimas, muertas en 2012.
En dos décadas, hasta 2012, más de 700 mujeres fueron encontradas muertas con señales de sadismo en Ciudad Juárez, de acuerdo con ONG.
Más de 1.700 mujeres, la mayoría adolescentes, fueron muertas con violencia sólo en el Estado de México de 2005 a 2013, y otras 1.500 fueron reportadas como desaparecidas de 2011 a 2015, de acuerdo con el Observatorio Nacional Contra el Feminicidio (OCNF).