"Visité la fábrica Kalashnikov, donde conocí las propuestas (sobre suministros) y obtuve la información sobre los precios", dijo el ministro a Sputnik.
El ministro libio también visitó una planta rusa de fabricación de lanchas militares y mostró interés porque suministre a Trípoli.
"Visité una fábrica que produce lanchas militares en Rusia y conseguí el visto bueno (para sus suministros a Libia)", dijo el ministro.
Indicó que ahora esta cuestión ha de ser analizada por expertos de ambos países.
El ministro recordó que muchos altos cargos militares de Libia son "egresados de universidades rusas".
"Por ejemplo, el comandante de la Fuerza Aérea libia, Saqir El Jaroshi, habla ruso", afirmó Qweri.
Agregó que las relaciones entre Libia y Rusia son "históricamente buenas".
"Ahora preparamos la visita del jefe del Estado Mayor, pero las fechas de la misma aún no fueron concretadas", señaló.
Qweri aseguró que Rusia y Libia tienen amplias posibilidades de cooperación, como puede ser el caso del "sector ferroviario".
Desde la intervención militar de la OTAN que resultó en el derrocamiento y muerte de Muamar Gadafi, Libia ha estado sumida en la violencia y la inestabilidad política. Las fuerzas liberales se oponen a los representantes de partidos islámicos, apoyados por insurgentes.