"La reflexión va más allá del caso catalán: igual que parecía que iba a ocurrir en Grecia, aunque finalmente no ha sido así, en algún momento, en algún punto del Sur de Europa, algún pueblo tendrá que enarbolar la bandera de la soberanía y la dignidad democrática y plantarse", dice al afirmar que éste podría ser el caso de Cataluña.
La CUP, explica, "insiste en que cualquier escenario de soberanía pasa por un escenario a corto plazo de ruptura democrática para hacer prevalecer la voluntad democrática por encima del monopolio político que tienen ahora mismo el Estado español y los mercados sobre nuestras vidas".
Arrufat cree que pueden haber "reacciones autoritarias" por parte del Gobierno español que busquen "impedir las elecciones" e incluso "el proceso de independencia", pero que éstas van "en contra del sentido común democrático".
"Pueden dificultar un proceso que tendría que ser democrático y normal, pero aceleran el proceso de ruptura democrática", sostiene al precisar que sin éste "no hay independencia, ni recuperación de marcos de soberanía popular sobre los mercados".
De lo contrario, agrega, "la pérdida progresiva de soberanía, de derechos democráticos y sociales que estamos sufriendo en el Sur de Europa continuará hasta dejarnos sin nada".
"El proceso soberanista en Cataluña, con un contenido social y democrático cada vez más fuerte, puede ser un punto de ruptura con la lógica de la Troika, de Madrid y de todos los Gobiernos del sur de Europa", concluye.
