Miles de personas participaron en una marcha de protesta en el centro de Estambul para mostrar rechazo al atentado terrorista y a la política del Gobierno turco que, a su juicio, propicia el extremismo, a la marcha se sumaron miembros de los partidos opositores y del prokurdo Partido Democrático del Pueblo.
Al inicio de la marcha de protesta, la policía no intentó dispersarla, pero después de un corto período de tiempo aparecieron los cañones de agua y se dispararon gases lacrimógenos. Una persona resultó herida con una bala plástica, por el momento no se ha informado si ha sido detenido algún manifestante.
Anteriormente, en una cafetería del centro cultural de Suruc, ciudad situada a unos pocos kilómetros de la frontera con Siria, tuvo lugar un ataque terrorista que acabó con la vida de 30 personas.
Varias fuentes indican que el atentado podría estar dirigido contra los kurdos de la zona que esperaban ser enviados a Siria para luchar contra el EI.
Las autoridades de Turquía culpan del ataque al EI que utilizó a un terrorista suicida para perpetrar el ataque.