A Al Hashemi, además del asesinato, le imputaron también varios cargos relacionados con terrorismo, en particular la fabricación de una bomba, la ayuda financiera a la red de Al Qaeda en Yemen, la propaganda terrorista en internet, así como la profanación de los símbolos representativos de los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
La acusada, de 30 años, durante el proceso afirmó sufrir un trastorno psíquico y ver a "unos fantasmas", pero los médicos forenses la encontraron sana.
Se le dictó la pena capital que se cumplió esta mañana, inmediatamente después de aprobar el fallo el presidente de EAU, el jeque Jalifa bin Zayed Al Nahayan.
Según el jefe de la Asociación de Abogados y Juristas de EAU, Zayed Al Shamsi, en los procesos de asesinatos, la ejecución puede aplazarse hasta cumplir los descendientes del condenado la mayoría de edad, pero tal posibilidad no se contempla para los casos de terrorismo.
Una estadounidense de 37 años, que trabajó de profesora en EAU, murió apuñalada en diciembre de 2014 en un centro comercial de Abu Dhabi, cuyas cámaras de vídeo captaron salir aprisa a una persona cubierta con el velo integral.
La asesina logró escapar y más tarde intentó colocar a la entrada del apartamento de otro ciudadano de EEUU una bomba de fabricación casera, que no funcionó.
La policía logró identificarla y arrestarla al día siguiente.
