"Esto no es necesario, ya que el fondo de reservas convencionales y el mecanismo claro de su funcionamiento responden a las contingencias para las que se crearon, como una herramienta contra los riesgos financieros y riesgos vinculados a la situación de los mercados financieros mundiales", señaló Elvira Nabiúllina, presidenta del Banco Central de Rusia.
"Quisiera recalcar que el fondo es un instrumento de emergencia y a día de hoy no hay fundamento para suponer que alguno de los países miembros se verá obligado a recurrir a este instrumento en un futuro cercano", indicó.
Los bancos centrales de las naciones BRICS firmaron este martes en Moscú el acuerdo sobre las condiciones de la ayuda mutua en el marco del fondo de reservas dotado de 100.000 millones de dólares que entrará en vigor a partir de agosto próximo.
Cada país tiene un límite para utilizar el dinero del fondo. Así, a China le corresponde la mitad de su cuota, Sudáfrica puede acceder a un monto que duplica su aportación, mientras que Brasil, India y Rusia tienen derecho a usar una suma equivalente a su contribución.
El objetivo del fondo es poner a la disposición de los bancos centrales reservas en dólares en caso de que haya problemas de liquidez.