La ausencia de la anciana fue advertida por una enfermera y la dirección del establecimiento avisó a la policía.
Según se supo, la anciana se marchó a Estocolmo para acudir a una cita con a su amado, cinco años más joven que ella.
"Es una historia muy conmovedora", comentó Janka Holstad, una empleada del asilo.
"Imagínese que uno no pueda acudir a una cita romántica sólo por tener 92 años de edad", dijo Holstad a la publicación Eidsvoll Ullensaker Blad.
Señaló que la jubilada no ha hecho nada ilegal, aunque sí causó un alboroto en el hogar de ancianos al no haber informado sobre sus planes.
Ha trascendido que la fugitiva permaneció durante diez días en casa del novio, en las afueras de Estocolmo, y que tenía la intención de regresar al asilo tras su 'escapada romántica'.