El mundo, según el titular español de Defensa, se enfrenta a amenazas "imprevistas", como la crisis de Ucrania, o "previstas", como "la explosión del terrorismo yihadista con una violencia extrema".
Morenés negó que estos macroejercicios vayan a perturbar las relaciones entre España y Rusia.
El ministro recordó que el Gobierno de Mariano Rajoy está alineado con la posición de la OTAN y la Unión Europea en la crisis de Ucrania.
Trident Juncture servirá para "mostrar las capacidades de la OTAN ante cualquier amenaza y para implementar y mejorar la interoperabilidad de las Fuerzas Armadas de los aliados y sus socios", explicó Morenés.
El ministro añadió que "es importante demostrar a los que quieren atentar contra la libertad que estamos dispuestos a defender nuestras sociedades y valores".
Las maniobras, por tierra, mar y aire, serán una operación con una gran capacidad de "disuasión".
La clave para Morenes es que serán "como la medicina: es más efectiva y barata la preventiva que la curativa".
España participa con 8.000 efectivos en unos ejercicios que se desarrollarán también en Italia y Portugal.
El objetivo de la OTAN es "entrenar y mejorar la interoperabilidad" de la fuerza de reacción rápida de la OTAN, cuya "punta de lanza" será liderada por España en 2016.
Esta fuerza podrá desplegar 3.000 efectivos en 72 horas allá donde esté la amenaza.
Las maniobras serán una muestra de "músculo militar" frente a potenciales amenazas, como pueden ser las de Rusia para la Alianza Atlántica, y una exhibición de las capacidades de la organización militar.
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"No es un ejercicio enfocado a nadie sino destinado a adiestrar efectivos de tierra, mar y aire e intercambiar información", insistió Morenés de unas operaciones que incluyen desembarcos anfibios, acciones en un entorno urbano, lanzamiento de paracaidistas, intervención en ambiente NRBQ (nuclear, radiactivo, biológico y químico) y maniobras aéreas, entre otros ejercicios.
En España, 20.000 militares se desplegaran en ocho ubicaciones que abarcan todo el territorio de las 16 zonas, incluidas Italia y Portugal.
España asumirá, con sede en Bétera (Valencia, a orillas del Mediterráneo), el mando del componente terrestre.
La fuerza de reacción que contará con tres brigadas multinacionales podrá actuar como "punta de lanza" de la OTAN.