"El escenario más racional sería el siguiente: la victoria del 'no' en el referéndum, el anuncio de una moratoria unilateral, la puesta en marcha de una 'moneda paralela' interna y la nacionalización de los principales bancos privados", dijo a Sputnik Nóvosti.
El próximo 5 de julio los griegos han sido llamados a un referéndum para pronunciarse sobre las propuestas presentadas por la Troika (el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea) el pasado 25 de junio y que contemplan severos reajustes a cambio de financiación para los próximos cinco meses.
Sin embargo, según el experto, este escenario no es necesariamente el más probable, ya que tanto las instituciones como la oposición ejercerán una presión muy fuerte en el Gobierno heleno.
"Estas buscarán cambiar el significado del referéndum, haciéndolo pasar por un voto 'por o contra el euro', mientras que la pregunta planteada es 'por o contra el programa de austeridad'", explicó Husson.
El Gobierno griego, continuó, no estaba realmente listo para esta situación porque "apostaba por un compromiso honorable con las instituciones y subestimaba su voluntad de hacer fracasar una vía alternativa a la austeridad generalizada".
El economista criticó la "obstinación frenética" de las instituciones, que rechazaron las propuestas razonables de los negociadores griegos para aplazar el desembolso de la deuda.
"Está claro que el proyecto de la Troika es someter a Grecia a su tutela, es más, desestabilizar a su Gobierno democráticamente elegido", denunció Husson.
En estas condiciones, el llamamiento al pueblo emana de la voluntad del Gobierno de cumplir los compromisos que asumió.
El Comité de auditoría de la deuda griega fue creado a comienzos de abril de 2015 por iniciativa del Parlamento heleno.
Está formado por 30 miembros, 15 griegos y 15 expertos internacionales de varios campos, y es enteramente independiente.