Así, la japonesa Exedy vendió su participación del 33% en la empresa conjunta Exedy Vis Rus, fabricante de embragues para Avtovaz. Portavoces de Exedy rehusaron explicar los motivos de la desinversión.
El deterioro de la coyuntura económica, según representantes de la empresa, hace imposible mantener en territorio ruso un depósito con capacidad para 1,5 millones de piezas.
La estadounidense Johnson Controls se vio obligada a parar la cadena instalada cerca de San Petersburgo después de que su cliente, General Motors, decidiera minimizar la presencia en Rusia.
También la canadiense Magna dejó de producir parachoques en el noroeste de Rusia para centrarse en su planta de Kaluga.
Y la francesa Faurecia, fabricante de sistemas de escape para Volkswagen y Avtovaz, tuvo que recortar la plantilla de una de sus plantas.