La junta militar canceló el controvertido plan "un tablet por niño" iniciado por el Gobierno de la entonces primera ministra Yingluck Shinawatra un mes antes de que ocurriera el golpe de Estado en 2014.
El gobierno quiere que las 30.815 escuelas beneficiadas por este proyecto devuelvan los dispositivos explicando que serán examinados y empleados como material de apoyo a la clase dentro de la escuela y no en el hogar.
Un funcionario de la cartera de Educación explicó que los estudiantes podrán usar sus tablets o smartphones en la clase, siempre y cuando sea con fines educacionales, mientras que las tablets compradas durante el Gobierno de Shinawatra se destinarán a alumnos necesitados.
El Gobierno de Shinawatra, derrocado en un golpe de Estado en mayo de 2014, había comprado a China un millón de tablets de bajo costo.
El objetivo del programa –una de las promesas de campaña de Shinawatra– era que todos los estudiantes tuvieran las mismas computadoras en las que se pueda instalar simultáneamente de forma centralizada materiales para la clase.