La decisión de los concejales del Ayuntamiento regional de Lancanshire, en el noroeste inglés, supone un serio retraso a los planes del Gobierno de David Cameron de potenciar la fracturación hidráulica en el país.
La misma autoridad vetó la semana pasada otra licencia que Cuadrilla perseguía en dos localidades rurales de Preston y Blackpool.
Ambas propuestas contaban con el visto bueno del Departamento de planificación de Lancashire.
La compañía tiene ahora la opción de apelar la decisión tomada por los concejales en sendas votaciones.
El Gobierno británico impuso una moratoria en la fracturación hidráulica en 2011, cuando se registraron temblores de tierra en los alrededores de un yacimiento de Cuadrilla próximo a la ciudad de Blackpool.