Sin embargo, el dato más preocupante es el de la retracción del Producto Interior Bruto(PIB) que asciende al 1,1% frente al 0,5% proyectado en el informe del primer semestres, de esta manera el Banco Central confirma que 2015 tendrá el peor resultado económico de Brasil en los últimos 25 años.
A pesar del pesimismo del Banco Central, sus previsiones continúan muy por encima de los economistas del mercado financiero los cuales trabajan con una expectativa de contracción del 1,45% del PIB en 2015, es decir, incluso peor que el resultado de 1990, el más bajo de la joven democracia brasileña.
"El proceso de ajuste macroeconómico en curso en la economía brasileña, necesario y esencial para la consolidación de los fundamentos que favorezcan la convergencia de la inflación para alcanzar el nivel deseado a finales de 2016, está asociado a eventos no económicos que han impactado negativamente el dinamismo de la actividad a corto plazo", suscribió el informe del Banco Central.
En este sentido, la máxima entidad financiera de Brasil ratifica el discurso de la presidenta Dilma Rousseff quien opinó recientemente que los efectos de la sequía y el inusual bajo precio del petróleo en 2015 habrían tenido un efecto potenciador de la recesión en Brasil aunque sería de tipo coyuntural, remitiendo claramente a partir de 2016.