“La decisión de congelar los activos de Rusia, especialmente las cuentas de (la agencia noticiosa) Rossiya Segodnya, tiene una vertiente jurídica, pero también se ve el aspecto político”, dijo.
Anteriormente, Francia y Bélgica procedieron al embargo de activos rusos en relación con la demanda de los antiguos accionistas de la petrolera Yukos.
Sapir añadió que el hecho de que la decisión fuese implementada precisamente el día de la inauguración el Foro Económico de San Petersburgo y afectase el trabajo de algunos periodistas “demuestra el carácter político de estas acciones”.
“Atacar a la prensa me parece extremadamente dañino para la democracia, creo que existe un serio riesgo de que las agencias de información y cadenas de televisión francesas en Rusia sufran de algún tipo de respuesta”, dijo Sapir.
Además afirmó que la decisión de París de congelar los activos rusos “no favorece las relaciones entre los dos países y provoca el riesgo del desarrollo de un ambiente de guerra fría entre Rusia y Francia”.