En 2009 Kazajistán propuso acoger en su territorio un banco de combustible nuclear bajo los auspicios del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
La firma del respectivo acuerdo está prevista para agosto de este año.
"La financiación del proyecto se realiza a través de contribuciones voluntarias de los respectivos países y organizaciones: el Fondo Iniciativa para la Reducción de la Amenaza Nuclear (50 millones de dólares), Noruega (5 millones de dólares), Estados Unidos (49,54 millones de dólares), Emiratos Árabes Unidos (10 millones de dólares), la Unión Europea (25 millones de euros) y Kuwait (10 millones de dólares)", dice un comunicado del Interior kazajo.
Con los gastos del almacenamiento del material nuclear correrá el propio Kazajistán, precisa la nota.
Según expertos, estos gastos no superarán los 10.000 dólares al año, mientras que la conservación y la protección del material serán financiadas por el OIEA.
El banco podrá almacenar hasta 90 toneladas de uranio pobremente enriquecido y se ubicará en una planta metalúrgica en el noreste de Kazajistán.
Exteriores kazajo aseguró que la instalación no representa peligro para la ecología de la región y tampoco atraerá la atención de terroristas.
Según un portavoz de la Cancillería, "las estimaciones de expertos del OIEA y de Kazajistán corroboran que el banco (de ucranio pobremente enriquecido) no es peligroso para la ecología o la población de la región”.
“El uranio pobremente enriquecido no es un residuo radiactivo y no representa interés para los terroristas porque no puede ser utilizado para fabricar armas nucleares sin respectivas tecnologías e infraestructura para el enriquecimiento del material”, agregó la fuente.
