"La Administración reconoce que a estas personas se les autorizó el acceso a las zonas de seguridad en aeropuertos pese a que representan una amenaza potencial a la seguridad", dijo al presentar un informe sobre los problemas de la Administración.
Roth, citado por Los Angeles Times, dijo que el caso salió a la luz después de que le pidiera al Centro Nacional Antiterrorista comprobar si los nombres de 900.000 trabajadores de la aviación figuran en una base de datos de inteligencia clasificada que contiene información sobre personas con posibles vínculos terroristas.
Como resultado se logró determinar a 73 empleados "probablemente implicados en terrorismo".
En el informe Roth también criticó la manera impropia de comprobar el equipaje, así como la contratación de criminales ya condenados, gastos cuestionables, implicación de empleados en el tráfico de drogas y de personas.
Teniendo en cuenta los problemas existentes, Roth señaló que el Departamento "sigue profundamente preocupado por la capacidad de la Administración de ejercer su importante misión".