Preguntado por quienes desde Rusia opinan que la operación contra la FIFA del Departamento de Justicia de EEUU tiene un trasfondo político, comenta que "hay gente que cree que el deporte es inocente, pero lo cierto es que la Copa del Mundo es una pasarela internacional para los países, que compiten entre ellos para mostrar su poder".
Tras aclarar que la corrupción en la FIFA resulta evidente, considera "muy interesante que el presidente Putin cuestionase la jurisdicción de EEUU más allá de sus fronteras, así como el hecho de que las autoridades suizas, a menudo acusadas de proteger a las grandes corporaciones, hayan actuado con tanta celeridad".
Dice el profesor que las repercusiones del caso son geopolíticas y van más allá del fútbol, aunque es "bien cierto que la FIFA ha luchado por expandirse a nivel global" y "uno de los mercados de futuro es el de EEUU", país donde existe un creciente interés por el fútbol.