El secretario de Estado de Deportes, Miguel Cardenal, y el secretario de Estado para la Seguridad, Francisco Martínez, mantuvieron una reunión "de carácter urgente" este lunes para evaluar lo ocurrido el pasado sábado durante el partido de fútbol entre el FC Barcelona y el Athletic Club de Bilbao.
Los aficionados, procedentes de las dos regiones con mayor índice de independentistas, Cataluña y País Vasco, pitaron mientras sonaba el himno español en señal de protesta.
Los secretarios de Estado condenaron "de forma enérgica todos los incidentes, y muy especialmente los pitidos, ofensas verbales y gestuales".
"Se utilizó un espectáculo deportivo para realizar una ofensa intolerable, de extrema gravedad desde el punto de vista de la violencia en el deporte", señalaron en rueda de prensa esta tarde.
Sin embargo, a pesar de las advertencias, el Gobierno no sancionará a los clubes ni a la federación, aunque deberán "explicar las medidas adoptadas" para tratar de evitar la pitada.
El Gobierno español fue de las primeras instituciones en criticar esta pitada e incluso manifestó su idea de impulsar un cambio legal que permita evitar que se produzcan pitadas al himno.
Sin embargo, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, admitió este lunes que "no hay tiempo en esta legislatura para impulsar este cambio legal".
Esta protesta en la final de la Copa del Rey ha causado un gran revuelo en España. Sin embargo, unos hechos similares ya fueron juzgados en el pasado, en concreto, en la final de la Copa del Rey de 2009. Según una sentencia de la Audiencia Nacional, firmada por el juez Pedraz, la libertad de expresión ampara a los ciudadanos que quieran pitar el himno de España.