Lucha antitabaco se concentra en el contrabando de cigarrillos

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La industria tabacalera está desplegando una estrategia para minar el Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco pues afectaría sus ganancias, denunció la experta brasileña Stella Aguinaga Bialous.

"La mayor parte de los cigarrillos que circulan en forma ilegal no son falsificados, sino legítimos", dijo a Sputnik Nóvosti esta enfermera y doctora en salud pública que se dedica a investigar prácticas de la industria.

"Pero llegan al mercado sin pagar impuestos, sea porque salen y vuelven a entrar de contrabando en los países, sea porque son elaborados en zonas francas, libres de cargas impositivas", explicó Aguinaga Bialous, quien será galardonada este domingo, Día Mundial Sin Tabaco, por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que uno de cada 10 cigarrillos consumidos en el mundo es ilícito.

Si se eliminara el comercio ilegal, los gobiernos ingresarían a sus arcas 31.000 millones de dólares, indica la OMS.

El Protocolo, negociado por los países parte del Convenio Marco para el Control del Tabaco, requiere la ratificación de 40 Estados para entrar en vigor, y solo cuenta con ocho, entre ellos dos latinoamericanos que fueron los primeros en adoptarlo, Nicaragua y Uruguay.

Según Aguinaga Bialous, las corporaciones promueven la firma de memorandos de entendimiento con los gobiernos para colaborar en este terreno, algo vedado por el Convenio Marco, que establece que los Estados no pueden aliarse con la industria del tabaco en políticas de salud pública.

En el sitio stopillegalcigarrettes, patrocinado por Philip Morris, se da cuenta de que esa corporación ha firmado acuerdos de ese tipo con los 28 países de la Unión Europea, mientras Japan Tobacco International lo hizo con más de 30 países e Imperial Tobacco con otros tantos.

"Estamos rastreando a esos países, sobre todo en las Américas", dijo Aguinaga Bialous.

Empresas interesadas en sus ganancias

A las empresas "solo les interesa combatir los productos falsificados porque sí afectan sus ganancias", alegó.

Los cigarrillos introducidos ilegalmente al mercado son mucho más baratos que sus análogos legales y por eso complican la principal medida de control del tabaquismo, encarecer los precios por la vía de pesadas cargas impositivas.

Cuando 15 años atrás se promovió el Convenio Marco para el control del tabaquismo y la creación de espacios libres de humo de tabaco, las empresas argumentaron que podían asociarse a los gobiernos para promover un consumo responsable, sin necesidad de un tratado obligatorio internacional.

"Ahora se repite la misma conducta", dijo Aguinaga Bialous, pues la industria alega "que el Protocolo no es necesario porque el sector tabacalero ya está haciendo lo necesario para combatir el comercio ilícito".

Sin embargo, cuando fue aprobado en noviembre de 2012, Philip Morris, la mayor tabacalera del mundo, saludó la medida.

"Si bien no es la panacea, es un paso adelante para resolver un problema que no solo daña a los gobiernos, sino que alimenta el crimen organizado y el terrorismo", dijo el vicepresidente de comunicaciones de Philip Morris, Peter Nixon.

Aguinaga Bialous reconoció que el Protocolo es complejo y requiere la coordinación de varias instituciones gubernamentales, desde las policías hasta las aduanas, pasando por las agencias impositivas y los ministerios de salud.

Pero "será una herramienta clave" para reducir el consumo "restringiendo alternativas baratas y no reguladas", dijo la directora de la OPS, Carissa Etienne.

Países con controles fronterizos débiles

El comercio ilícito afecta sobre todo a los países con controles fronterizos débiles, políticas antitabaco nulas o inexistentes e impuestos bajos. Pero es difícil de medir "por su naturaleza ilegal", señala un documento de la OPS/OMS.

También en este terreno hay diferencias entre los datos de la industria y los de estudios independientes o de organismos de salud.

El informe menciona como ejemplo mediciones hechas en Brasil que cotejaron el precio de compra declarado por los fumadores con los precios de las marcas legales y que arrojaron un aumento de 2,4% a 3,7% del total consumido entre los años 2008 y 2012.

Mientras los datos recogidos por la consultora privada Euromonitor, que incluye información de la industria, estimaba el comercio ilícito de esos años en Brasil en 27,5% y 31,9% respectivamente.

Este domingo la OPS también premiará a Nicaragua y Uruguay, a Marcelo Fisch, autoridad fiscal de Brasil, a Patricia Sosa, directora de los programas para América Latina de la Campaña para Niños Libres de Tabaco y a Mirta Molinari, de la Unión Internacional contra la Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias.

Según la OMS, cada seis minutos muere una persona por una enfermedad vinculada al tabaco.

La organización señala que este "es el único producto de consumo legal que mata cuando se utiliza exactamente como está previsto por el fabricante".

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