La mandataria enfatizó en el impacto del fin de aquel "súper ciclo de los precios, de las materias primas, de los "commodities", no únicamente me refiero al petróleo, también los minerales y también los alimentos", en una entrevista con la agencia de oficial Notimex.
Lo que los países latinoamericanos deben hacer ahora es "apostar en nuestros mercados internos, en la integración regional, por eso empecé hablando sobre la importancia del mercado de 320 millones de personas" en Brasil y México, que juntos producen más del 605 del PIB subregional.
La mandataria brasileña comentó las posibilidades que hay en el sector energético después de "una de las grandes reformas" hechas por México, al abrir su industria del petróleo, el gas y la electricidad a la inversión privada nacional y extranjera, como lo hizo Brasil en el pasado.
"Este puede ser un espacio de alianza para trabajar con Pemex, en la zona del Golfo de México", advirtió.
"Para nosotros sería muy importante una alianza con Pemex del lado mexicano, del Golfo de México; tenemos todo el interés en que Pemex vaya a Brasil y también participe en la exploración de aguas profundas", dijo la presidenta.
Petrobras ya tiene un acuerdo tecnológico de formación técnica de profesionales, un acuerdo de cooperación a nivel global, comentó.
"Sería importante para los mexicanos y los brasileños que las dos grandes empresas del continente, en el área de petróleo, puedan hacer sociedades y alianzas entre sí", enfatizó.
Explicó que esas alianzas no van a impactar de ninguna forma el control que los Estados nacionales tienen sobre las riquezas petroleras; los recursos inexplorados del fondo del mar o en el subsuelo, y tampoco impide que haya una presencia de empresas internacionales en la exploración de bloques y de regiones, "porque no existe este monopolio en la exploración ni en el desarrollo".
Algunas inversiones que hacen empresas brasileñas en alianza con las sociedades, con las empresas mexicanas, están en el área de polietileno, etileno, siglo XXI, "que puede llevarnos a una agregación en la cadena productiva del petróleo y gas", consideró Dilma.
Los acuerdos firmados en la visita de Estado pretenden duplicar el comercio bilateral en 10 años, actualmente de alrededor de 9.000 millones de dólares y elevarlo a 18.000 millones.
