“El SBU respeta la opinión de los expertos internacionales y está dispuesta a realizar junto con la Fiscalía militar una investigación sobre cada caso incluido en el informe de la organización para aclarar todas las circunstancias y descubrir la verdad”, afirmó el SBU el viernes.
Según el ente, no retiene a los prisioneros, sino arresta a las personas sospechadas en cometer crímenes.
Según el informe, uno de los exprisioneros contó que el movimiento radical Pravy Sektor usa un edificio abandonado del campamento de verano para niños para mantener en prisión a decenas de civiles en calidad de rehenes, a quienes torturan salvajemente y exigen a sus familias grandes importes de dinero como rescate.
Pravy Sektor es un grupo nacionalista radical ucraniano que desde el pasado abril participa activamente en la operación militar del Ejército contra las milicias de Donbás.
En enero y febrero de 2014, los miembros de Pravy Sektor participaron en enfrentamientos con la policía y en asaltos a sedes administrativas, y partir de abril en la represión de las protestas en el este del país.
En noviembre de 2014 el Tribunal Supremo de Rusia calificó de extremista al movimiento Pravy Sektor y prohibió su actividad en territorio ruso.
Las autoridades rusas, además, abrieron un expediente penal contra el líder de la organización, Dmitri Yarosh, por sus llamamientos al terrorismo.