El recinto se encuentra cerca del campo de refugiados de Arub, entre Hebrón y Jerusalén, según ha publicado hoy el diario israelí "Haaretz".
King, un conocido activista de derechas especializado en la compra de propiedades árabes, adquirió hace tres años el complejo de la iglesia, que puede albergar a 20 familias.
En el edificio hay diversos guardias de seguridad que se hacen pasar por trabajadores de los que llevan a cabo su restauración.
Delante del edificio se ha construido una nueva valla, a pesar de que la Administración civil emitió una orden de suspensión de los trabajos porque King no había obtenido ningún permiso de construcción para la cerca.
Para la rehabilitación del inmueble no se necesita ninguna licencia porque se construyó a finales de los 40.
Incluso si los colonos se trasladan al edificio sin coordinarse con el Ejército, se espera que políticos que los apoyan ejerzan presión rápidamente para que las autoridades israelíes reconozcan que King es el propietario del edificio y permitan quedarse a los colonos que se instalen allí.
Un proceso semejante tuvo lugar en un edificio en la ciudad palestina de Hebrón en el 2007 y dio lugar a una larga batalla legal que acabó con la concesión, por parte del ministro de Defensa, de la autorización para que la colonia se mantuviera.
La compra del inmueble por parte de King se mantuvo en secreto y solo informó a muy pocas personas, que recibieron instrucciones de no proporcionar ninguna información al Ejército acerca del tema.
Esta futura nueva colonia es de importancia estratégica para los colonos, ya que solo hay un asentamiento, Karmei Tzur, en medio de numerosas poblaciones palestinas situadas entre Hebrón y la colonia de Etzion.
Con el nuevo asentamiento, los colonos consolidarían su control sobre la parte sur de la zona de Etzion.
