"Todo está en manos del presidente (de Bielorrusia Alexandr) Lukashenko", agregó el titular del Consejo Europeo, quien no concretó de qué medidas podría tratarse.
Tusk reconoció que la postura de Minsk ante la crisis ucraniana ha mejorado la imagen del país eslavo.
"He comprobado que Bielorrusia es un país verdaderamente independiente y neutral en este asunto de suma importancia tanto para la UE, como para el propio Minsk", recalcó.
De esta forma, el país eslavo se ha mostrado "responsable y predecible" en lo relativo al conflicto ucraniano, agregó Tusk, y elogió los esfuerzos de Minsk para resolver esa crisis.
Al mismo tiempo, advirtió que la UE debe mantener su postura frente a algunos problemas internos de Bielorrusia, en particular la situación de los derechos humanos y de los presos políticos.
La UE, que ha acusado en repetidas ocasiones a Minsk de violar los derechos humanos, amplió en 2012 las sanciones que impuso dos años antes contra el país eslavo y condicionó la normalización de las relaciones bilaterales a la liberación de todos los presos políticos.
Bielorrusia a su vez niega tener presos políticos y expresa la esperanza de que Bruselas comprenda la importancia de una buena relación con Minsk.
El programa de la Asociación Oriental prevé la asociación política y la integración económica entre la UE y las antiguas repúblicas de la URSS como Azerbaiyán, Armenia, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania.
En la próxima cumbre de la Asociación Oriental que se celebrará este jueves y viernes en Riga, Bielorrusia tendrá representación con el ministro de Exteriores, Vladímir Makéi.
