"Estoy en contra de la instauración de cuotas para migrantes, esto nunca ha correspondido a las propuestas francesas (…)", dijo el pasado sábado a la cadena France 24.
Valls aclaró, citado por la cadena France 24, "que el asilo es un derecho atribuido según criterios internacionales (…) es también por esta razón que el número de sus beneficiarios no puede ser objeto de cuotas".
El primer ministro galo instó igualmente a reforzar la vigilancia en las fronteras de la UE y a crear un sistema europeo de guardafronteras.
Anteriormente otros países, entre ellos España, Estonia, el Reino Unido, Polonia, la República Checa y Hungría, también se mostraron descontentos con el programa.
La Comisión Europea aprobó el pasado miércoles una propuesta migratoria como respuesta a los miles de extranjeros que llaman a las puertas de Europa y a los cientos de ellos que se quedan en el camino, principalmente en el mar Mediterráneo, la frontera más mortífera del mundo.
El objetivo de esta normativa europea es distribuir a los demandantes de asilo de forma homogénea entre los países comunitarios.
Las cuotas se establecen sobre la base de la población y otros indicadores como la tasa de desempleo o las cifras de refugiados ya acogidos.
Según los datos de Eurostat, la Unión Europea en 2014 concedió asilo a más de 185.000 emigrantes, que es casi un 60% más que en 2013.
Los principales solicitantes son sirios, afganos y eritreos, que presentaron más de la mitad de las solicitudes durante el año pasado.
Desde 2008 los Veintiocho concedieron amparo a más de 750.000 refugiados, señala Eurostat.
Francia, Alemania, Hungría, Italia y Suecia recibieron en 2014 el 72% del número total de solicitudes de asilo presentadas por los inmigrantes.
