El músico fue hospitalizado el abril pasado en uno de los hospitales de Las Vegas a raíz del agravamiento de la diabetes que le azota durante 20 años.
En octubre de 2014 se vio obligado a cesar de dar conciertos por sus problemas de salud.
B.B. King, singer and guitarist who put the blues in a three-piece suit, has died at age 89: http://t.co/G6mUPD5eCJ pic.twitter.com/AlrcQ2qXVV
— Los Angeles Times (@latimes) May 15, 2015
B. B. King, nacido en Misisipi, es considerado como uno de los músicos de blues más influyentes de la historia y recibió el título del "rey de blues".
Según un sondeo realizado en 2011 por la revista Rolling Stone, el artista se encuentra en el sexto lugar en la lista de los "100 mejores guitarristas de todos los tiempos".
Legendario, entre otras cosas, por mantener un brutal calendario de actuaciones, más de doscientas al año, y por su prodigioso dominio de la guitarra eléctrica, pocos instrumentos como Lucille, su mítica Gibson, adornan con tanto brillo el imaginario de la música nacida en los campos de algodón del Delta, aquella que engendró el rythm and blues y el rock and roll cuando enchufada a un amplificador acompañó a los inmigrantes afroamericanos que huían hacia el Norte de la miseria y las leyes Jim Crow.
Tras debutar sin demasiado éxito junto al productor Sam Phillips, que luego descubriría a Wolf y también a Elvis Presley, Jerry Lee Lewis y Johnny Cash, a partir de finales de los cuarenta King comienza a maridar el blues con la carnalidad del naciente r&b, incorporando a su grupo una efervescente sección de vientos a su grupo.
Los cincuenta y sesenta fueron su periodo dorado, años de actuaciones sin tregua (342 en 1956) y éxitos ininterrumpidos, entre los que destaca un directo totémico, Live at the Regal (1964), indispensable en la historia del blues, y una canción, The Thrill is gone, que le reportó un número 1 en las listas.
B.B. King disfrutó de ventas jugosas gracias a su aproximación a otros estilos y a la rendida admiración tributada por devotos como los Rolling Stones, girando con ellos en 1969, o la banda irlandesa U2, con la grabó a finales de los años ochenta.
Su desaparición marca el fin de una época irrepetible en la historia de la música americana, y como prueba de su importancia el hecho de que fuera incluido en el Rock and Roll Hall of Fame durante su segunda convocatoria, celebrada en 1987, junto a Bo Diddley, Aretha Franklin, Marvin Gaye, Roy Orbison, Carl Perkins o el propio Waters.
