"Creo que muchos investigadores están de acuerdo en seguir relajando la ley para que todas las parejas puedan tener dos hijos si quieren, y el foco de las disputas se centra ahora en cuándo y cómo se llevará a cabo la reforma", ha dicho al diario China Daily Yuan Xin, profesor de estudios demográficos de la Universidad Nankai, en Tianjin.
Xin calcula que esa reforma llegará en "dos o tres años".
China estableció la política del hijo único en los años 70 del siglo pasado en un contexto social y económico muy diferente al actual y los expertos defienden que los miles de nacimientos ahorrados han permitido el desarrollo del país.
Pero hace años que la política genera problemas serios de envejecimiento de la población que desembocarán en la falta de mano de obra si no se toman medidas drásticas.
China ha ido relajando la ley, permitiendo excepciones a etnias minoritarias o a la población rural si el primer descendiente era una niña.
La última modificación de 2013 permite a las parejas urbanas tener un segundo hijo si uno de los padres carece de hermanos, cuando anteriormente se exigía a los dos.
Pero la medida ha atraído a menos parejas de las que esperaba el Gobierno, por lo que muchos expertos defienden acabar con todas las limitaciones para el segundo hijo.
Algunos analistas extranjeros opinan que la medida llegará demasiado tarde.
El país cuenta con más de 200 millones de personas de 60 o más años, lo que supone el 14,9 % de su población.
La cifra podría alcanzar el 38 % en 2050, según cálculos oficiales.
Yang Juhua, profesor de Demografía de la Universidad Renmin, también opina que los dos hijos estarán permitidos dentro del 13º Plan Quinquenal (2016-2010), según el China Daily.
La Comisión de Planificación Familiar y Salud Pública adelantó en abril que la reforma de 2013 no sería la última.
"Iremos más lejos", señaló Song Shuli, su portavoz.
Pero todos los esfuerzos oficiales por elevar la tasa de fertilidad se topan con un cambio en la mentalidad de las jóvenes parejas, que han ido adoptando el estilo de vida occidental y son reticentes a tener más de un hijo.
