Precisamente ha sido el CJA una de las dos organizaciones que denunciaron ante los tribunales españoles el asesinato del jesuita español Ignacio Ellacuría, asesinado en El Salvador en 1989 junto a otras ocho personas, mientras el miércoles 6 de mayo el Tribunal Supremo de España autorizaba al juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, para que continúe investigando ante los "indicios serios y razonables" de que el juicio celebrado en El Salvador fue una pantomima.
Desmonta así el Alto Tribunal Español el argumento de las defensas, que esgrimían la reforma de la justicia universal aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2014, una reforma que Bernaneu, desde EEUU, donde también trabaja de forma directa en el caso del asesinato de cantautor chileno Víctor Jara, califica de "absolutamente inconstitucional".
El detonante del caso fue la petición del Departamento de Justicia de EEUU para que el excoronel y ex viceministro de Seguridad Pública de El Salvador, Inocente Orlando Montano, fuera extraditado a España desde EEUU por su colaboración en la matanza de los jesuitas Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Ignacio Martín Baro, Armando López Quintana y Juan Ramón Moreno, así como de la empleada doméstica Elba Ramos y su hija Celina, en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de San Salvador (El Salvador) en 1989.
Para Bernabeu, el juicio a Orlando Montano en Madrid será decisivo porque "consolidará muchos criterios legales" de la justicia universal, sin olvidar que "se trata de un alto mando", o sea, de "un caso de responsabilidad penal indirecta, porque este señor era ministro del interior, además de coronel del ejército".
Mientras pelea por conseguir que el presunto asesino de Víctor Jara sea algún día extraditado a Chile, Bernabeu explica que "tanto el fiscal estadounidense como los abogados del Departamento de Justicia están empujando para que la extradición se materialice".
"En España", dice, "solamente ha habido un juicio por justicia universal, contra Adolfo Scilingo, miembro de la Armada Argentina, que en cierto modo se entregó, pero era un mando bajo, uno de los ejecutores, los únicos que normalmente han sido juzgados", a diferencia, claro, del exministro Orlando Montano.
Sostiene la abogada que "durante años los enemigos de la justicia universal han querido suprimirla diciendo que no es viable, que no hay compromiso por parte de los países para extraditar, etc., y es verdad que ha sido históricamente difícil que países como EEUU cooperasen".
En opinión de esta veterana en la defensa de los derechos humanos y la persecución de los crímenes de lesa humanidad, "EEUU merece un aplauso, demuestra madurez, siendo como es un país de grandes contradicciones, que no sólo fue cómplice sino apoyo directo y explícito de asesinatos como el de los jesuitas españoles en El Salvador".
