La directora del museo, Ada Rosa Alfonso, destacó que el autor de "El viejo y el mar" recibía con repiqueteo de campanas a los invitados distinguidos que lo visitaban, y por eso dio la bienvenida a la delegación rusa de igual manera.
"Que la vida y la obra del gran escritor sigan uniendo países y pueblos, sigan motivando a la gente a defender los ideales de humanismo y justicia", escribió Narishkin en el libro de visitas.
La finca Vigía, situada en el barrio habanero de San Francisco de Paula, fue el refugio más duradero del escritor, que la habitó desde 1940 hasta 1961, año en que falleció.
Su cuarta esposa, Mary Welsh, quien se encargó de crear en la casa una acogedora atmósfera familiar, donó la finca al Estado cubano al año siguiente, junto con los documentos y papeles de su marido.
En Vigía Hemingway escribió sus principales obras y durante su estancia allí recibió en 1954 el Premio Nobel de Literatura, que dedicó y entregó al pueblo cubano.
En el territorio del museo se encuentra igualmente el yate Pilar, construido especialmente para el escritor por la compañía Wheeler Shipyard de Boston, en el que Hemingway solía salir de pesca.