"Hemos recibido la confirmación del Gobierno húngaro para construir un nuevo reactor, suministrar combustible, prestar servicios (…), el contrato entra en vigor", dijo al reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin.
Según Kirienko, Hungría estuvo presionada por la Unión Europea, pero Rosatom logró "mantener la competitividad de sus ofertas incluso bajo la presión política".
El director general de Rosatom elogió el empeño firme del Gobierno húngaro en que el contrato se realizara.
Anteriormente, el diario The Financial Times, informó que la UE suspendió un contrato de 12.000 millones de euros entre Budapest y Moscú que estipula la construcción del quinto y sexto reactores de esta central nuclear.
Por su parte, el mandatario ruso destacó que el rechazo del contrato habría perjudicado los intereses nacionales de Budapest.
"Las tecnologías (rusas) son las más modernas, por lo que si nuestro socio hubiera tenido que renunciar (al contrato), esto habría sido posible pero, sin duda alguna, con un daño para los intereses nacionales de la propia Hungría", destacó Putin.
A finales de 2014, Rusia y Hungría firmaron un acuerdo para la construcción de dos nuevos reactores en la planta nuclear de Paks que estipulaba que Rusia otorgaría a Hungría un crédito de alrededor de 10.000 millones de euros para la construcción de estos reactores.
Construida con la asistencia de la URSS a unos 100 kilómetros de Budapest y operativa desde 1982, la central nuclear de Paks dispone actualmente de cuatro reactores de agua a presión del modelo ruso VVER-440/213, de unos 500 MW cada uno.
Cuestión de Confianza
El director general de Rosatom, Serguéi Kirienko, destacó por su parte que las plantas nucleares rusas son más seguras que las instalaciones similares de Europa o de EEUU.
"Los índices de seguridad de plantas nucleares rusas son dos veces mejores que la de nuestros colegas de Europa o de EEUU", dijo Kirienko en el encuentro con Vladímir Putin.
Asimismo, señaló que en 2014 Rosatom produjo 182.000 millones kilovatios de la electricidad, "lo que supera en 14.000 millones el índice previsto".
"Este es un año récord en toda la historia del sector nuclear", dijo.
No obstante, precisó que el aumento de producción no afecta a la seguridad y resaltó que durante el año pasado no fue detectado ningún accidente nuclear significativo, lo que se califica de Nivel 0 en la Escala Internacional de Eventos Nucleares (INES).
Kirienko declaró también que Rosatom "cumple al 116% el plan, previsto por el programa de desarrollo a largo plazo".
La superioridad tecnológica de Rosatom ha hecho que la cartera de pedidos al terminar el ejercicio pasado aumentara en 34.000 millones de dólares, superando los 100.000 millones.
"La cartera de pedidos por parte de terceros países registró un crecimiento de 34.000 millones de dólares y constituyó 101.400 millones", destacó Kiriyenko.
El ejecutivo precisó que se logró cerrar un contrato con Irán para la construcción de otros dos reactores en la central de Bushehr, dos unidades energéticas en Hungría y otras dos en la planta de Kudankulam (India).
Además adelantó que este año se ha firmado un nuevo acuerdo intergubernamental con Jordania para la construcción de la primera central nuclear en este país.
Kiriyenko concluyó que la corporación terminó el año pasado con un buen desempeño pese a la presión política y los intentos externos de restringir su actividad, en clara alusión a Occidente.
