Expertos de la ONG han establecido a partir de imágenes satelitales que estas municiones fueron lanzadas sobre "una meseta cultivada, a unos 600 metros de varias decenas de edificios en cuatro o seis aglomeraciones rurales".
"Los ataques aéreos con municiones en racimo, liderados por los saudíes, han golpeado las áreas cerca de aldeas, poniendo en peligro a los vecinos locales", dice el director de armas de HRW, Steve Goose.
El experto subraya que "estas armas no deben usarse nunca, bajo ninguna circunstancia".
"Arabia Saudí y otros miembros de la coalición, así como el proveedor, EEUU, se burlan del estándar global que rechaza las municiones en racimo por tratarse de una amenaza a largo plazo para civiles", según Goose.
Las municiones en racimo están prohibidas por una convención internacional redactada en 2008 y en vigor a partir de agosto de 2010. Hasta abril de 2015, se han incorporado al acuerdo 116 países, entre los cuales no figuran Arabia Saudí, ni EEUU, ni Yemen.
Unas 1.250 personas murieron y más de 5.000 resultaron heridas en Yemen del 19 de marzo al 27 de abril de 2015 a raíz de los enfrentamientos y los ataques aéreos de la coalición, según la Organización Mundial de la Salud.