Asimismo, vio la película en calidad de invitado de honor el antiguo comandante de la Fuerza Aérea hondureña, José Enrique Soto Cano, quien durante la II Guerra Mundial había participado en las misiones de apoyo a los submarinos soviéticos en el Pacífico y cuyo nombre lleva la principal base aérea del país centroamericano.
Las proyecciones de Stalingrado en Latinoamérica fueron organizadas por el Instituto Bering-Bellingshausen para las Américas (IBBA), del que Sergey Brilev es presidente, y se hicieron coincidir con otras efemérides: el 195 aniversario del descubrimiento de la Antártida por Bellingshausen, el 55 aniversario del Tratado Internacional de la Antártida, el 35 aniversario de la adhesión de Uruguay a este Tratado, el 70 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Moscú y Santiago y al 130 aniversario de la llegada a Buenos Aires del primer emisario diplomático del Imperio Ruso, Alexandr Ionin.
Después el filme se proyectó en el Instituto Antártico de Chile en Punta Arenas, más tarde en Uruguay, en Punta del Este, famoso centro turístico de América del Sur, y después en Santiago de Chile y más recientemente en Buenos Aires.
A principios de mayo, La Habana acogerá la conferencia “La Cooperación Latinoamericano-Soviética en la II Guerra Mundial y la Actualidad” también organizada por el IBBA en el marco de las celebraciones del 70 aniversario de la derrota de la Alemania Nazi en 1945.
La Batalla de Stalingrado ganada por las tropas soviéticas en febrero de 1943 marcó un punto de inflexión en la II Guerra Mundial y marcó el inicio del largo camino de liberación de Europa de la peste nazi.