El 18 de abril el medio alemán Der Spiegel informó citando a un alto cargo del Syriza, que Grecia y Rusia tenían la intención de firmar durante la visita del jefe de Gazprom, Alexéi Miller, un acuerdo bilateral que supondría la transferencia a Atenas de 5.000 millones de euros de prepago por la construcción de un nuevo tramo del gasoducto Turk Stream.
El hecho de que no se haya concretado la firma durante esa visita llevó a que varios medios especularan sobre un cambio de parecer por parte de Atenas.
Rapidis subraya que nada ha cambiado y que las negociaciones siguen en curso.
"El Gobierno griego no rechazó la oferta de Gazprom y tampoco se fijó como fecha el 23 de abril para su firma",explicó y añadió que este tipo de especulaciones forman parte de una campaña de desinformación de los medios.
Grecia "no se está tirando un farol" con sus negociaciones con Gazprom, sino que "simplemente intenta diversificar sus fuentes de ingreso siempre y cuando sea imposible mantener el crecimiento y el desarrollo en el marco de la Unión Europea", resumió Rapidis.
En diciembre pasado, Rusia renunció al proyecto South Stream, por la actitud "poco constructiva" de la Comisión Europea, y reorientó las infraestructuras ya creadas hacia Turquía con planes de construir una terminal gasística en la frontera turco-griega para proveer de combustible a los consumidores del sur de la UE.