"Los objetivos estratégicos (de Kiev) son la reformas internas, y no agresión de Rusia", declaró al periódico polaco Dziennik Gazeta Prawna.
Asimismo señaló que el presidente ruso, Vladimir Putin, no representa la mayor amenaza para ucranianos, sino que la misma Ucrania puede llegar a serlo para sí misma.
Según Komorowski, Rusia en este momento se enfrenta la caída del PIB así como la bajada del precio del petróleo y gas, lo cual da a Ucrania una oportunidad muy buena para llevar a cabo las reformas necesarias.
El líder polaco señaló que Varsovia no está interesada en aislar a Rusia.
"Lo único que queremos es que Rusia no infrinja el derecho internacional", dijo.
Las autoridades de Kiev junto con los países occidentales en multitudes ocasiones lazaron acusaciones a Rusia de implicarse en el conflicto del este de Ucrania, lo que Moscú ha desmentido categóricamente en reiteradas ocasiones.
El este de Ucrania vive un conflicto armado que empezó en abril de 2014 cuando las nuevas autoridades iniciaron una operación militar contra las milicias de Donbás, región disconforme con el violento cambio de poder en febrero del mismo año.
Actualmente está vigente un alto el fuego que el Grupo de Contacto (Rusia, Ucrania, OSCE) para la resolución de la crisis ucraniana aprobó el 12 de febrero pasado en Minsk.