Según el representante del Estado Mayor de las milicias, pese a las "numerosas declaraciones de Kiev sobre el cumplimiento de los acuerdos de Minsk, las unidades del Ejército ucraniano y sobre todo de la Guardia Nacional aumentan los bombardeos".
Agregó que la situación más difícil se observa en Shirókino, Górlovka, Spartak, Nóvaia Márievka y en el aeropuerto de Donetsk.
Basurin denunció que solo en las últimas 24 horas un miliciano murió y dos civiles resultaron heridos tras ataques realizados por Kiev.
Destacó que las milicias de Donetsk "no pueden responder de manera adecuada a los militares ucranianos debido a la ausencia de armamento pesado cerca de la línea de separación, ya que fue retirado conforme a los acuerdos de Minsk".
Las autoridades policiales de la autoproclamada República Popular de Lugansk (RPL), citadas por el Centro Informativo de Lugansk, denunciaron asimismo que los militares ucranianos bombardearon la aldea de Raevka (controlada por las milicias) con un mortero del calibre 82.
Por su parte, los militares ucranianos señalaron 24 ataques con morteros y armas de tiro, realizados por los milicianos.
Denunciaron también que las milicias bombardearon localidades ucranianas con lanzaderas múltiples Grad, información que fue desmentida por el Ministerio de Defensa de la autoproclamada RPD.
Las autoridades de Ucrania lanzaron en abril de 2014 una operación militar contra Donbás, cuyos habitantes protestaban por el cambio de poder violento de febrero del mismo año.
El 12 de febrero concluyeron en Minsk las negociaciones de los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania.
El Grupo de Contacto para el arreglo de la crisis ucraniana aprobó un documento que estipula el cese del fuego en Donbás a partir del 15 de febrero, la retirada de armas pesadas y la creación de una zona de seguridad.
Poco tiempo después del inicio del alto el fuego se reanudaron bombardeos.
Las partes se acusan de violar el "régimen de silencio" y declaran que solo realizan ataques de respuesta.