"Levantar el embargo a Cuba causará un daño irreparable a la una parte esencial de la economía de Florida", ha señalado en un comunicado Rick Scott, gobernador del estado.
En sus declaraciones Scott asegura que "la agricultura es una parte vital de nuestra economía, e importar desde Cuba rebajaría la demanda de nuestros productos e introducirá especies invasivas en nuestros campos, al tiempo que ayudará al régimen de Castro para seguir sometiendo a su gente".
No son estas las primeras declaraciones de Scott contrarias a la normalización de las relaciones entre EE.UU y Cuba, y así el pasado 17 de diciembre acusó al presidente Obama de "rendirse a un gobierno tiránico que no valora los derechos humanos" y de "despreciar por completo a los cubanos que están luchando por la democracia".
"Tristemente", ha comenta en su nuevo comunicado, "el gobierno continúa al lado del régimen de los Castro, y yo continuaré oponiendo al levantamiento del embargo, luchando por las familias de Florida, sus granjeros y su agricultura".
Las palabras de Scott contrastan con el optimismo mostrado por numerosas empresas estadounidenses ante la perspectivas comerciales que ofrecería un nuevo marco de relaciones con Cuba.
La lista de sectores estratégicos ávidos de comerciar con Cuba, de la que hace un par de semanas publicó un ejemplo la PBS, sigue creciendo, y entre los principales beneficiarios destacan las compañías aéreas y el turismo, el alquiler de viviendas particulares, las farmacéuticas, que valoran muy positivamente los productos y tecnologías desarrollados en Cuba, o la industria de la electrónica.