“Esta propuesta es ofensiva para nosotros, porque pone en duda el hecho y la autenticidad del genocidio de armenios”, dijo durante una entrevista al canal de televisión Euronews.
Según el presidente, la propuesta también es incorrecta, porque “no sé de ningún caso de solución definitiva de un problema tras la decisión de los historiadores”.
Sargsián mencionó que “lo más importante es que las instituciones especializadas, los países con las archivos más grandes no ponen en duda el hecho”, añadiendo que el Vaticano “no carece de historiadores profesionales”.
El mandatario opinó que el reconocimiento del genocidio armenio por Turquía es el camino más corto para reconciliar ambos pueblos.
Indicó que está seguro de que “si lo hace sinceramente, creo que las relaciones entre Armenia y Turquía alcanzarán pronto un nuevo nivel”.
Anteriormente, Ankara propuso crear una comisión conjunta turco-armenia con la participación de historiadores para examinar los archivos dedicados a los acontecimientos de 1915 y declaró estar dispuesto para abrir sus archivos llamando a Ereván a hacer lo mismo.
Armenia conmemora el centenario de las masacres de su pueblo por parte del Imperio otomano con numerosos actos públicos a los que han sido invitadas delegaciones oficiales de varios países.
Turquía rechaza rotundamente que se utilice el término "genocidio" para calificar estos hechos, afirmando que las víctimas de esa tragedia fueron tanto armenios como los propios turcos.
A principios del siglo XX en Turquía tuvo lugar una matanza organizada de 1,5 millones de armenios, hecho que muchos países del mundo han reconocido como genocidio, el primero en hacerlo fue Uruguay, en 1965.
Posteriormente le siguieron Rusia, Francia, Italia, Alemania, Holanda, Bélgica, Polonia, Lituania, Eslovaquia, Suecia, Suiza, Grecia, Chipre, Líbano, Canadá, Venezuela, Argentina y la mayoría de los estados de EEUU, además del Vaticano, el Parlamento Europeo y el Consejo Mundial de Iglesias.