"Estos aparatos van a vigilar la zona ártica del país y observar la situación de la formación de hielos en su tramo de la Ruta Marítima del Norte", se precisa en un comunicado del Ejército.
Se destaca también que los aviones no tripulados Orlán-10 están listos para ser trasladados a cualquier área por medio de los helicópteros Mi-26 para cumplir su misión, que contemplan operaciones de rescate en caso de surgir contingencias.
En los últimos años Rusia ha incrementado su actividad en sus territorios árticos, aumentado la extracción de hidrocarburos y promoviendo la Ruta Marítima del Norte, una vía alternativa a los trayectos tradicionales de Europa a Asia.
Ello ha implicado también que Moscú refuerce su presencia militar en esta zona para defender sus intereses ante el creciente interés que muestran los estados de la OTAN hacia esta región.
Las autoridades rusas estiman las riquezas minerales concentradas en estos territorios del país en más de 30 billones de dólares y creen que el centro de gravedad de la producción nacional de petróleo y gas se va a trasladar gradualmente a los mares árticos.