El déficit describe la situación en la que los gastos realizados por el Estado superan los ingresos no financieros.
Por delante de España se sitúan países como Croacia, con un 5,7%, Eslovenia, con un 4,9%, Portugal, un 4,5%, o Grecia, un 3,5%.
A pesar del alto déficit español, éste se redujo casi un punto desde el 6,6% de 2013, lo que significa que cumple el objetivo que le había impuesto la UE para 2014, un 5,8%, aunque supera en dos décimas la cifra que se había autoimpuesto el Gobierno de Mariano Rajoy, un 5,5%.
Por el contrario, la deuda pública aumentó considerablemente entre 2013 y 2014.
Hace dos años se situaba en un 92.1% mientras que el año pasado escaló hasta el 97,7%, situándose en 1,033 billones de euros.
En la eurozona, la deuda aumentó del 90,9% al 91,9% y en el conjunto de la UE pasó del 85,5% en 2013 al 86,8% en 2014.