"Nuestra investigación muestra que existe una relación entre las medidas de austeridad y las personas que no tienen suficiente comida para alimentar a su familia", reveló a Sputnik Nóvosti Rachel Loopstra, investigadora del departamento de Sociología de la Universidad de Oxford.
"Austeridad, penalizaciones y el aumento de los bancos de comida en Reino Unido" es una investigación realizada por Loopstra y su colega David Stuckler en colaboración con la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de la Universidad de Londres, cuyos resultados se publican este jueves en la revista especializada The BMJ (conocida antes como el British Medical Journal).
"Intuimos que había una conexión, pero nos sorprendió lo fuerte que es", asegura la investigadora, quien ya realizó un análisis similar en Canadá, su país natal.
La rápida expansión en Reino Unido de los "bancos de comida" es un fenómeno nuevo.
La fundación Trussell Trust, principal proveedora de alimentos a gente sin recursos, abrió servicios de emergencia en 29 municipios en 2009-2010. Cuatro años más tarde su red se extendía por 251 localidades, con más de 400 "bancos de comida".
Los datos más recientes, de 2013-2014, señalan que esta sociedad benéfica asistió en ese periodo a 913.138 personas, incluidos 330.205 niños, lo cual casi triplicó al número de atendidos el año anterior.
Cada persona recibe una caja con alimentos con los que proveer a su familia o dependientes durante tres días.
El estudio echa por tierra el argumento de algunos políticos y medios conservadores que culparon a la Trussell Trust y asociaciones con servicios equivalentes de fomentar la demanda de provisiones básicas con sus "bancos de comida" gratuita.
"Hay una conexión entre la ubicación de los bancos de alimentos y los distritos municipales con un mayor nivel de desempleo y donde los recortes en los subsidios estatales y los servicios locales han sido más profundos", advierte Loopstra.
"También se distribuyen más cajas de comida en áreas con un mayor índice de penalizaciones, es decir, donde el acceso al subsidio del paro u otros beneficios se ha suspendido temporalmente", añade la investigadora.
Entre los aspectos más controvertidos de la reforma del Estado de bienestar destacan precisamente las sanciones que se imponen a los que incumplen las nuevas condiciones, que puede ser desde acudir con retraso a la oficina de empleo a no rellenar adecuadamente un formulario.
"Demostramos en nuestro análisis la relación entre el recorte de subsidios y el uso de sanciones con la gente que solicita paquetes de comida", puntualiza Loopstra.
Los académicos advierten además que es "muy posible que hayamos subestimado la carga real de la inseguridad en alimentación en Reino unido".
"El análisis parte de los últimos datos disponible, de 2013-2014, y sabemos que habrá más recortes en el gasto social y en los servicios municipales en los próximos años", advierte la experta.
"Por eso, es necesario revisar los factores que llevan a la gente a los bancos de comida, como el desempleo y la falta de ingresos suficientes", añade.
Loopstra reclama "un nivel de intervención" por parte del gobierno o ayuntamientos "para asegurar que la gente tenga suficiente dinero para comprar alimentos".
"Los ingresos se están erosionando continuamente y la gente recurre a los bancos de comida como última alternativa cuando ya no queda dinero en casa", advierte la académica.
La Trussell Trust solo reparte cajas de comida a personas que han sido referidas por un profesional competente, como médicos, asistentes sociales o agentes de policía. Y, por lo general, limita la ayuda a tres emergencias distintas.
"Hay que solucionar el problema de la inseguridad alimentaria, que afecta a los sectores más vulnerables de Reino Unido. Para superar este reto es necesario abordar las raíces sociales y los impulsores económicos del problema", sostiene la investigadora de la universidad de Oxford.
