El plan consiste en perforar el techo o la pared del reactor y con la ayuda de un robot retirar el uranio derretido.
Previamente en la zona de la perforación se tiene que crear un espacio hermético para evitar la fuga de sustancias radiactivas.
Desde este recinto el brazo mecánico de la máquina entraría por debajo de la cámara de protección y empezaría a sacar el combustible en pequeñas porciones.
Este método evita que se inyecte grandes cantidades de agua que al final resulta contaminada con altos niveles de radiación.
La última etapa de la liquidación de las consecuencias del accidente nuclear es el desmantelamiento de los reactores, pero para ello primero se requiere retirar el combustible.
Hasta ahora el único modo sugerido para realizar esta operación era la inundación de la cámara y el reactor.
Sin embargo, por el momento no existen robots capaces de operar en tales condiciones.
Esta previsto que las autoridades elijan en el primer semestre de 2017 el método para retirar el combustible.
El 11 de marzo de 2011 un terremoto y un devastador tsunami causaron en Japón la segunda mayor catástrofe nuclear en el mundo.