"Los terroristas tenían una voluntad contrastada durante la investigación para hacer muchísimo daño", señalaron fuentes policiales.
Los detenidos habían retratado, vigilado y estudiado los lugares elegidos para atentar.
Los agentes continúan analizando sus teléfonos móviles, ordenadores y otros materiales incautados, entre los cuales consta un manual manuscrito para elaborar artefactos explosivos caseros.
El consejero de Interior catalán, Ramón Espadaler, volvió a confirmar este jueves que se trataba de "una célula operativa con voluntad de atentar en Cataluña".
Espadaler no facilitó detalles sobre los sitios concretos, pero sí afirmó que los detenidos habían llevado a cabo "algunos pasos que conducían a hacer un acto" terrorista.
Los arrestados captaban jóvenes, los radicalizaban y los enviaban a Siria o Irak para luchar en las filas de la organización Estado Islámico (EI).
Los once detenidos, diez hombres y una mujer, tienen entre 17 y 45 años.
Cinco de ellos son españoles convertidos al islam, cinco marroquíes y uno paraguayo.
Los once detenidos pasarán este viernes a disposición judicial con el juez Santiago Pedraz de la Audiencia Nacional.
El caso ha quedado cerrado.
Esta es una de las principales operaciones contra este tipo de terrorismo realizada hasta el momento en Cataluña.
En el dispositivo participaron 360 agentes.